GEOMORFOLOGIA CLIMATICA
La
Geomorfología climática
estudia el relieve en sus relaciones con
el clima. En efecto, el modelado adquiere
diferentes aspectos según la
influencia del medio bioclimático
bajo el cual evoluciona. La acción
del clima sobre el relieve se manifiesta
tanto en la explotación por
erosión diferencial de la
estructura geológica y la
litología, como en aspectos
variables del modelado. Según la
petrografía de las rocas y el
clima, ellas tienen distintos
comportamientos. El clima puede actuar
directamente sobre la superficie terrestre
o bien indirectamente, cuando se interpone
una cubierta vegetal entre la litosfera y
la atmósfera.
Las variaciones climáticas del Cuaternario, caracterizadas por la alternancia de períodos glaciales e interglaciales, han tenido efectos geomorfológicos significativos. Esto demuestra que el modelado se efectúa por pulsaciones sucesivas y que la morfogénesis es discontinua en el tiempo y en el espacio.
Así, en todas las áreas geográficas es posible encontrar formas heredadas las cuáles no corresponden al conjunto coherente de las otras formas dentro de las cuales se localizan y que están sometidas a la acción de procesos que no tienen relación directa con las características de su modelado.
Algunos ejemplos de geoformas que se originaron en períodos glaciales y que hoy se encuentran en áreas donde no hay glaciares son los lagos de represamiento morrénico, los circos y los amplios valles glaciales.
¿Qué es un glaciar?
- un cuerpo permanente de hielo,
- formado en la superficie terrestre por la acumulación, compactación y recristalización de la nieve,
- que muestra señales de movimiento por acción de la gravedad.
- Los glaciares están hechos principalmente de hielo pero también forman parte del cuerpo de un glaciar la nieve, el aire, el agua y los restos de roca o detritos contenidos o transportados por el hielo.
- Nos referimos a un cuerpo de hielo "permanente" a escalas de tiempo humanas (décadas, siglos). Queda claro que los glaciares no son realmente eternos y pueden variar en forma drástica en periodos relativamente cortos de algunas décadas o siglos.
- Todos los glaciares tienen su origen en la superficie terrestre, pero pueden posteriormente extenderse hacia el mar u otros cuerpos de agua. Las enormes extensiones de hielo que cubren el Polo Norte en el Océano Ártico no son glaciares.
GEOFORMAS DEL PAISAJE GLACIAL
Los glaciares como escultores del paisaje
Los glaciares son poderosos modeladores del paisaje. A lo largo de
los milenios, estos cuerpos de hielo han erosionado profundos valles y
circos en muchos sectores de la cordillera, y también han actuado como
“medios de transporte” del material erosionado (o bien del material
depositado en su superficie por desprendimientos o avalanchas)
movilizando y depositando gran cantidad de sedimentos en forma de
morenas u otras geoformas en distintos puntos de la cuenca glaciaria.
A continuación se muestran las diferencias en la topografía y
geoformas entre un sector montañoso antes, durante y después de ocurrida
una glaciación. Notar que antes de la glaciación los valles tienen un
perfil en forma de V formados por la erosión de los ríos y arroyos,
mientras que luego de la glaciación los mismos valles adquieren un
perfil en U debido a la erosión de las lenguas de hielo.
Ambiente periglacial
Se puede decir que lo
primero que se interpreta, a partir de una análisis etimológico, es que
el término periglacial significa: “alrededor o en cercanía de un glaciar
o de procesos glaciarios” (peri = alrededor, cerca de, y glacial =
adjetivo, relacionado a la presencia de o la acción de los glaciares).
Aunque sin dudas éste es un análisis válido, como pasa con otros
términos científicos, realizar sólo esta interpretación es incorrecto ya
que muy comúnmente los términos van evolucionado, enriqueciéndose o
cambiando el significado central invocando nuevas ideas pero manteniendo
raíces originales.
Hoy en día, existen diferentes criterios, algunos más arbitrarios, otros más cuantitativos, para definir lo que llamamos “ambiente periglacial”. La elección de estos criterios depende en general de los datos disponibles y del objetivo que se persigue. Por ejemplo, no es lo mismo definir un ambiente a escala local (un par de kilómetros) que a una escala regional (decenas a cientos de kilómetros) donde ya se habla de paisaje y no de ambiente.
El ambiente periglacial en la Cordillera de los Andes
El
ambiente periglacial a escala regional en la Cordillera de los Andes, se
desarrolla en la alta montaña, asociado principalmente al efecto que
tiene la topografía, de esta inmensa masa montañosa, sobre la
temperatura, radiación solar y circulación de las masas de aire, a
escala global. En forma general el ambiente periglacial se puede definir
como un ambiente de clima frío, no glaciario, el cual se encuentra por
encima del límite del bosque, si es que éste existe, y que está
caracterizado por:
- Ocurrencia de suelo congelado permanente o permafrost.
- Dominio de los ciclos de congelamiento y descongelamiento que afectan a las rocas y a la parte superior del suelo, y de procesos periglaciales formadores de crioformas.
Si bien para algunos autores del Hemisferio Norte el permafrost no representa un elemento sine qua non del ambiente periglacial, sí lo es para los geocriólogos que trabajan en la Cordillera de los Andes, y por ello debe mencionarse y especificarse claramente.
Suelos congelados permanentes o permafrost de montaña
El
permafrost es una zona de la corteza terrestre que permanece a
temperaturas por debajo de los 0°C por dos años consecutivos o más,
tenga o no hielo. Para que se genere un suelo congelado permanente en
general es necesario que la temperatura media anual del aire sea
negativa, aunque a veces la influencia de la sombra y una gruesa
cobertura de detritos y bloques puede promover la generación de
permafrost. Como regla general cuanto menor es la temperatura del aire,
mayor es el espesor de permafrost, más continuo es en forma horizontal y
más cerca de la superficie se encuentra.
Suelos congelados permanentes se encuentran en muchos lugares de la Tierra, asociados a altas altitudes, como es el caso de los Andes, pero también a altas latitudes, como en la Antártida. Por ejemplo, en los Andes se han detectado espesores de suelos congelados mayores de 50 metros.
Suelos congelados permanentes se encuentran en muchos lugares de la Tierra, asociados a altas altitudes, como es el caso de los Andes, pero también a altas latitudes, como en la Antártida. Por ejemplo, en los Andes se han detectado espesores de suelos congelados mayores de 50 metros.
Glaciares de escombros, glaciares rocosos, litoglaciar, rockglacier
En
sitios donde existe una pendiente moderada y un aporte de detritos y
nieve/hielo suficientes, el suelo congelado permanente de montaña
comienza a moverse, generando lo que conocemos como “glaciar de
escombros”. Es importante destacar que para que un glaciar de escombros
se forme es necesaria la presencia de suelos congelados permanentes. Los
glaciares de escombros conforman protuberancias en forma de lengua, que
parten de los laterales del valle o, en algunas ocasiones, de las
morenas terminales de algunos glaciares blancos, y se asemejan en una
vista en planta a una colada de lava.
Los Andes Centrales de Argentina y Chile son comúnmente citados como uno de los lugares en el planeta donde mejor desarrollo y mayor tamaño alcanzan estas geoformas.
Justamente el hecho de estar sobresaturado en hielo es lo que permite al permafrost moverse pendiente abajo. Por ello se dice que los glaciares de escombros son la expresión superficial del permafrost rico en hielo, y representan reservas hídricas importantes. Por ejemplo, en algunos lugares de los Andes Centrales donde las precipitaciones son escasas como para formar glaciares “convencionales”, los glaciares de escombros son la única reserva disponible y por lo tanto es vital su protección.
Los Andes Centrales de Argentina y Chile son comúnmente citados como uno de los lugares en el planeta donde mejor desarrollo y mayor tamaño alcanzan estas geoformas.
Justamente el hecho de estar sobresaturado en hielo es lo que permite al permafrost moverse pendiente abajo. Por ello se dice que los glaciares de escombros son la expresión superficial del permafrost rico en hielo, y representan reservas hídricas importantes. Por ejemplo, en algunos lugares de los Andes Centrales donde las precipitaciones son escasas como para formar glaciares “convencionales”, los glaciares de escombros son la única reserva disponible y por lo tanto es vital su protección.
Acción de los ciclos de congelamiento y descongelamiento (frost action)
Estos
ciclos son conocidos como la alternancia entre congelamiento y
descongelamiento de la humedad o agua en el suelo, roca u otro material,
asociados a las variaciones de temperaturas positivas y negativas.
Estas variaciones pueden ser estacionales (verano/invierno), anuales
(como en algunas regiones del mundo), diarias o de horas de duración (en
condiciones de laboratorio).
La frecuencia de los ciclos controla la efectividad de la acción de congelamiento en los diferentes procesos, como por ejemplo, selección del material, fatiga, etc., conceptos que son de mucha utilidad en la ingeniería civil de ambientes fríos. Sin embargo, el dato puramente climático de cuántas veces la temperatura del aire pasa a través del punto de fusión (0°C), no es una medida adecuada de su efectividad
La frecuencia de los ciclos controla la efectividad de la acción de congelamiento en los diferentes procesos, como por ejemplo, selección del material, fatiga, etc., conceptos que son de mucha utilidad en la ingeniería civil de ambientes fríos. Sin embargo, el dato puramente climático de cuántas veces la temperatura del aire pasa a través del punto de fusión (0°C), no es una medida adecuada de su efectividad
La diversidad de los ambientes áridos
Aunque la primera imagen que suelen evocar los desiertos es la de una gran extensión cubierta de arena y de dunas, las regiones áridas presentan una gran diversidad paisajística y en la mayor parte de los casos las dunas ni siquiera existen.
Esta diversidad tiene que ver con los diversos grados posibles de aridez y con las distintas formas y momentos en que el agua está disponible, por supuesto, pero también con la propia extensión de los desiertos. Estos recubren entre 20 y 30% de la superficie terrestre incluyendo distintas regiones florísticas, distintas historias geológicas y evolutivas así como todo tipo de formas de relieve y sustratos geológicos.
Sin embargo, como la vegetación es muy escasa y no llega a ocultar la roca, el relieve y las geoformas se convierten en los protagonistas más destacados del paisaje de los desiertos y, junto al agua, en el factor que más determina la diversidad de sus ambientes. Así, y en función de diferencias geomorfológicas, los desiertos pueden ser llanos o montañosos, arenosos o rocosos, monótonos o cambiantes o, incluso, presentar una combinación de todo ello.
El sustrato y el relieve desempeñan un importante papel en la biodiversidad de los desiertos ya que cada geoforma presenta sus propias peculiaridades en cuanto a suelo, pendiente, humedad u otros rasgos y esas pequeñas diferencias pueden ser determinantes dada la extrema especialización de los organismos xerófilos.
Foto: montaña, cono de deyección y lecho de wed en el desierto iraní. Yadz (Irán).
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EL DESIERTO DE ARENA
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