miércoles, 12 de junio de 2013

semana 14

GEOMORFOLOGIA ELOICA
Es la que se encarga de estudiar los procesos y las formas de origen eólico, en especial en los dominios morfoclimáticos donde la acción eólica es predominante, por ejemplo en las zonas litorales, los desiertos fríos y cálidos, y las zonas polares.
DINAMICA EOLICA

La dinámica eólica como indicador de la desertificación
Los procesos eólicos son reforzados y hasta provocados por las acciones antrópicas. En áreas vulnerables a la desertificación, la acción de la actividad eólica causa severos efectos en el uso del suelo y en la capacidad de rendimiento de una región.
El trabajo erosivo del viento se acentúa en aquellas áreas que han perdido su cubierta vegetal. La vegetación cumple varias funciones que disminuyen o impiden los efectos erosivos del viento:
  • Disminución de erosión eólica
  • Mantenimiento de la cubierta de sedimento mediante la red de raíces.
  • Protección contra la desecación del suelo por medio del aporte de sombra (los sedimentos secos están más propensos a ser transportados por el viento que los humendos).                        
En varios lugares, el transporte de material fino no tiene efectos significativos. Lo que si es realmente importante, es el depósito de dicho material. Primero ocurren fuertes tormentas de polvo. Las calles, casas y campos quedan cubiertas por una capa de sedimento. Detrás de cada arbusto se forman montículos de arena, y a sotavento de la planta, no se desarrollan acumulaciones. El arbusto crece con el montículo que lo va asfixiando con el tiempo, hasta que la planta muere. En casi cada uno de los obstáculos se desarrollan nebjas pequeñas, dunas que afectan considerablemente la capacidad de rendimiento del suelo.
Reconocer oportunamente tales procesos es importante, ya que se puede identificar a tiempo las causas que los originan. La sustentabilidad ecológica y el beneficio económico son, sin embargo, dos factores que concurren. Por lo tanto, se deben tomar en cuenta en las acciones necesarias para combatir las causas identificadas.

El viento agente de erosión

El viento es un eficaz agente de erosión capaz de arrancar, levantar y transportar partículas, sin embargo, su capacidad para erosionar rocas compactas y duras es limitada. Si la superficie está constituida por roca dura, el viento es incapaz de provocar cambios apreciables debido a que la fuerza cohesiva del material excede a la fuerza ejercida por el viento. Únicamente en aquellos lugares en donde la superficie expuesta contiene partículas minerales sueltas o poco cohesivas, el viento puede manifestar todo su potencial de erosión y transporte. La velocidad determina la capacidad del viento para erosionar y arrastrar partículas, pero también influye el carácter de los materiales, la topografía del terreno, la eficacia protectora de la vegetación, etc.
En el fenómeno de erosión eólica, es determinante la superficie sobre la que actúa el viento. Su alteración no se limita a puntos o áreas limitadas como ocurre con la erosión hídrica; la acción del viento se ejerce sobre la totalidad de la superficie. En espacios amplios, la erosión produce a menudo excavaciones de depresiones poco profundas llamadas hoyas, cuencas o depresiones de deflación. Se originan en áreas más o menos llanas y desprovistas de vegetación en donde el suelo está expuesto a la acción del viento. Las partículas finas (arcillas y limos) son levantadas por corrientes verticales que sobrepasan las velocidades de decantación; el polvo se difunde en la atmósfera hasta alturas que van desde pocos metros a varios miles. La altura depende de la intensidad de la turbulencia del viento, de su duración y del tamaño de las partículas. Como resultado, puede producirse una densa nube, llamada tormenta de polvo.

El transporte de sedimentos por el viento


El viento desplaza las partículas sueltas, básicamente, según los mismos mecanismos que las escorrentías hídricas, en función del tamaño del grano y de la velocidad del fluido. Los granos de arena viajan a favor del viento, permaneciendo cerca de la superficie, separándose gradualmente de las partículas más gruesas que pesan demasiado para que el viento las desplace lejos. De este modo se origina una masa característica de sedimentos conocida como arena eólica o arena de duna, cuyas partículas tienen un diámetro entre 0,1 y 1 mm, compuesta en su mayor parte por cuarzo, por ser el mineral cuya dureza y resistencia química lo convierten en el más duradero de los materiales que contienen las rocas. Los granos de cuarzo transportados por el viento ofrecen formas redondeadas y sus superficies están cubiertas de microscópicas fracturas por el impacto de unos granos contra otros. Las partículas más gruesas son transportadas por rodadura, reptación y deslizamiento sobre la superficie; los granos de arena son capaces de viajar por saltación elevándose hasta alturas de 2 ó 3 metros en algunos casos. Las partículas finas (limos y arcillas) pueden desplazarse en suspensión y ser elevadas a grandes alturas por las corrientes ascendentes, tan frecuentes en las regiones cálidas.
Saltación y suspensión son los mecanismos más importantes del transporte eólico. Las partículas realizan saltos a favor del viento; tras el impacto con granos en la superficie, pueden rebotar de nuevo y elevarse. De este modo, el viento transfiere energía cinética al grano, el cual, al chocar con la superficie de arena, disloca otras partículas y puede proyectarlas al aire. Las partículas de limo y arcilla pueden permanecer en suspensión con viento turbulento, e incluso casi indefinidamente para los granos muy pequeños. Las grandes tormentas de arena elevan partículas hasta 250 metros de altura y avanzan con velocidades que pueden llegar a alcanzar los 200 m/s. Se ha estimado que entre 500 y 1.000 millones de toneladas de polvo son transportadas desde todas las fuentes cada año. Algunas de las más potentes tormentas de polvo del Sahara, alcanzan a los países meridionales de Europa e incluso llegan a las costas orientales de América del Sur, cruzando el océano Atlántico.

Sedimentación eólica

La sedimentación y las construcciones dunares correlativas son las que expresan más comúnmente la morfogénesis del viento en los dominios áridos y sectores costeros, por la extensión de los espacios que recubren, por la diversidad de tipos y por las considerables dimensiones que alcanzan en ocasiones. Los depósitos de arena se suelen clasificar, por su tamaño, en tres tipos:
Ripples (en primer término) en el desierto del Namib-Naukluft , África
  • Ripples, acumulaciones espaciadas entre 5 cm y 2 m, con alturas de 0,1 a 5 centímetros.
  • Dunas, pueden estar separadas entre 3 y 600 m y presentar alturas entre 0,1 y 15 metros.
  • Megadunas, estos grandes depósitos pueden registrar separaciones de 300 m hasta 3 km y alturas de 20 a más de 400 m.
Las diferencias entre estas tres clases de formas eólicas se deben a los balances entre los mecanismos de transporte y deposición.
Los ripples son rizaduras producidas en sedimentos sin consolidar análogas a las que ser forman bajo el agua, pero con crestas algo más agudas. Estas rizaduras, formadas por saltación de las partículas, son comunes en todas las superficies de arena.
Los procesos para la formación de ripples están relacionados con la interacción dinámica entre el flujo del viento y el movimiento de sedimentación. El inicio suele producirse al azar, con la presencia de un pequeño obstáculo en la superficie, un segmento de arena mojada o una variación local del tamaño del sedimento o de la velocidad del viento; el resultado es la aparición de pequeños montículos de arena. Estos montículos presentan una cara a barlovento que registra la mayor parte de los impactos de las partículas, mientras que la cara opuesta, la de sotavento, es la que recibe los granos por saltación. Los granos más gruesos tienden a acumularse en la cresta, mientras que el material más fino se deposita en las concavidades entre crestas.
Son, sin embargo, las construcciones dunares las que expresan más comúnmente las morfogénesis del viento, por la extensión de los espacios que recubren, por la diversidad de formas y por las considerables dimensiones que alcanzan en ocasiones. Las dunas pueden presentar una fascinante variedad de modelos dependiendo de factores como:
  • Suministro de arena.
  • Velocidad del viento.
  • Variabilidad en la dirección del viento.
  • Características de la superficie por la que se desplaza la arena.


Modelos de dunas

Las variedades más frecuentes de dunas son las transversales, barjanes, longitudinales y parabólicas. Todas se desplazan unos 15 m/año, en los grandes desiertos, extensas áreas están completamente cubiertas de arena, se les conoce como mares de arena o ergs. los más extensos se hallan en África (Sahara), Arabia Saudí y Australia.
Los campos de dunas de los desiertos son los más importantes conjuntos de modelado eólico de la superficie terrestre, se extienden sobre centenares de kilómetros. Muchos campos están compuestos por grandes y complejas construcciones dunares, como los aklés del Sahara o de Arabia Saudí. Son grandes acumulaciones de arena modeladas en formas irregulares, anárquicas y sin ningún alineamiento sistemático.


PROCESOS EOLICOS

Se deben a la acción del viento, el cual es un agente geomorfológico móvil capaz de levantar, mover de fragmentar y de depositar su carga, esto ultimo como resultado de una reducción en su velocidad.
Con respecto a la acción eólica los vientos tienen tres características:
a.       VELOCIDAD: Es la que determina la cantidad de partículas de suelo que pueden ser movidas, el tamaño y la distancia.
b.      DIRECCION: Determina la orientación  de los mantos eólicos y de los médanos.
c.       TURBULENCIA: Es el levantamiento o desprendimiento de las partículas.

FACTORES QUE PROMUEVEN LA ACION EOLICA

Tiene lugar por acción de tres procesos:
1 ABRASION: Acción natural del impacto de la arena soplada por el viento contra la superficie del suelo.
2 DEFLACION: Es el levantamiento o remoción de material suelto por acción del viento.
3 ATRICION: Desgaste mutuo de partículas

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